Eres el minuto que sueño que tengo cuando me despierto. Eres el impulso preciso que me ayuda a levantar el cuerpo. Diez minutos de silencio que hacen que esté tranquilo y me olvide del tiempo. Desayuno de tus besos, noticias de tu pelo, ducha de tus dedos.
Y en mis horas nacen solas las palabras que dispararé. Luego tiemblo, se hace eterno el segundo en que...